miércoles, 7 de julio de 2010

Horror

Ayer pasé una noche terrible.

Me tocaba turno de noche en el hotel, entraba a las 00:00 y salía hoy a las 08:00 a.m. Preferir la muerte era razonable. Además, para no dormirme se me ocurrió llevarme mi ordenador y ponerme a ver Halloween, la primera parte. Ya vislumbro tímidas sonrisas de maldad en sus rostros, sádicos lectores...



Al principio todo fue bien. Cené con dos latas de Red Bull que me despejaron mucho. Antes de ver la película estuve chateando hasta las tres con mi amigo Josie Asquerosi. Me reía tanto y hacía tanto calor en la recepción que me bebí dos Cocacolas. Y cuando Josie Asquerosi se fue a la cama y a mí me quedaban todavía cinco horas por delante hasta poder hacer lo propio decidí ir al bar del hotel y prepararme un cafecito bien cargado.

Colapso cafeínico.

Noté enseguida que algo raro me pasaba pero no le di más importancia y me dispuse a ver la película. Me quité los zapatos y bajé a los infiernos. Al parecer tanta cafeína y taurina habían sobrealertado mis sentidos y con cualquier cambio de ritmo en la música ya me asustaba, imagínense lo que sufriría cuando mataban a alguien.

Y encima me entró hambre.

Pausé la película y de lo colocado que estaba no me puse ni los zapatos, y allá que me fui descalzo a la cocina del restaurante a hacerme un bocadillo. El restaurante estaba completamente a oscuras, la única luz que entraba era la de la calle y la que salía de la cocina: una luz blanca parpadeante que dejan encendida todas las noches como medida de seguridad. Cuando me vi en esa estampa aterradora y caí en que en una película yo sería el siguiente en morir me reí mucho, pero mucho mucho, en voz alta y todo. Acojonante. Así que cogí una maritoñi de la entrada y reanudé la película.

De pronto veía sombras por todas partes y escuchaba ruidos de todos lados. Llegué a un estado en el que ya no sólo imaginaba que Michael Myers aparecía ante mí cuchillo en mano si no que estaba convencido de que realmente iba a pasar en cualquier momento. Y pasó lo que tenía que pasar: llamaron a la puerta y grité. Y no sé si fue por causa de mi estado o realmente lo estaba viendo, pero en la entrada había una mujer con el rimmel muy corrido haciendo muchos aspavientos. Me daba miedo abrirle pero a lo mejor estaba huyendo de algo. Quizás estaba huyendo de Michael Myers. Así que le abrí. Era rumana, me preguntó por una habitación, le dije que estábamos completos y se fue llamándome sin vergüenza.

Retomé la película y me vi todo el final de un tirón, en un estado próximo al infarto. Y poquito después se hizo de día y ya las cosas tomaron otro cariz. De repente me vi y me volví a reir. Había sido estúpido. Yo no era rubia, ni gordo, ni tenía gafas, ni tetas enormes, ni era capitán de ningún equipo de baseball ni director de ninguna escuela, ni había ido al hotel a echar un quiqui. En ninguna película habría muerto, ¡yo era el héroe! Y lo había demostrado a lo largo de la noche. Ejem.

8 cazadores con rifles cargados:

Pilar Cita dijo...

Vaya, al final lo más terrible de la noche fue la rumana. Bueno, y tu descalzo en esa cocina llena de sombras preparándote un bocata ... O comiéndote una maritoñi O.o

Menuda nochecita, es que también son ganas de sufrir eligiendo películas!!

Carlos dijo...

Creo que en lugar de ser viejos que contarán batallitas sobre la mili, a los mariquitas nos tocará contar historias de cuando trabajamos en un hotel por la noche.
Yo me morí de miedo viendo [REC] en el cine el 01/01/09, y cuando volví a trabajar la noche siguiente di gracias porque nadie hiciera acto de presencia ni me infectara. Verás en invierno que algunas veces empezarás el turno de noche y lo terminarás sin haber visto a nadie entrar ni salir :) ¡Y te pagarán por eso!

(tú hazme caso a mí, que sé más de Turismo que tú, haw haw haw...)

The cucumber dijo...

Eres un animal...deberias utilizar la infalible técnica del onanismo: cada vez que te entre sueño, paja y tan bien XDDD

Pedro Toscano dijo...

KABUKI, tú usas la técnica de la paja lo mismo para relajarte y que te entre el sueño o para todo lo contrario. Empiezo a pensar a estas alturas que eres un vicioso :p

Qué son las maritoñis? Sólo por el nombre te pediría que me mandases un paquete o algo.

Mr Zebra dijo...

Las maritoñis son unas tortas muy típicas de Málaga. Cuando las comes parece que estés tragando tierra y por eso dan mucha sed. No sé por qué se llaman maritoñis :(

Carlos dijo...

Seguro que tiene que ver con Maria Antonieta diciendo "si no tienen pan, que me coman el brioche".

Pilar Cita dijo...

Mr Zebraaaa, que no era yo la de Face, porque no tengo invitación ni náaaa!!! :)

Búscame de nuevo, no tiene pérdida, kokoro+una rubia con gafas de la bandera de España, camiseta roja y una sonrisa que no le cabe en la cara!!

Anónimo dijo...

Las maritoñis son dulces tipicos de Granada. Los preparan alli.
Son dos bizcochitos redondos y blanditos recubiertos de azucar glas, con un relleno de cabello de angel (calabaza confitada). Son supersecos y se hace bola en la boca.
PD: Habrias muertos por ser marica :/

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