martes, 1 de diciembre de 2009




Trabajar en el segundo McDonalds más importante de Paris se rige por las siguientes características:

- En caja, todos los trabajadores son hermosos. En cocina, las mujeres son gordas y los hombres son negros o feos. Y a mí me han destinado a la cocina y no soy mujer ni negro, creo que con eso ya está todo dicho :(

- Cuando te pasas cuatro horas haciendo hamburguesas lo que menos te apetece es comerte una. McDonalds para torturarte regala un menú a sus trabajadores tras cada turno y ahí es cuando yo lo paso peor. ¿Comer o no comer? ¿Qué hacer? La debacle de sentimientos es importante... pero el poder de lo gratis es mayor y siempre sucumbo. Por cada hamburguesa mi sangre parece más Ketchup.

- Si el pan tiene harina por fuera, se tira. Si la hamburguesa se parte, se tira. La lechuga sobrante, se tira. Con toda la comida que se deshecha se podría alimentar a tres paises africanos. Claro que los pobres negritos ya tienen bastante con lo suyo como para alimentarles con McMenús ¡Sólo les faltaría sangrar ketchup también!

- Se supone que el McDonalds donde trabajo es el más cercano a la Torre Eiffel, pero debe de estar justo debajo de ella porque yo no la veo por ninguna parte. Eso sí, a la hora de la comida cientos de personas pletóricas por haberla disfrutado entran al restaurante y yo limpio mis lágrimas con hojitas de lechuga Batavia.

- Aun no he pillado a nadie escupiendo las hamburguesas ni he encontrado la máquina que transforma carne de rata en Big Mac. Seguiré investigando...

1 cazadores con rifles cargados:

Pilar Cita dijo...

Que bueno! Me encanta como cuentas las cosas y tu sentido del humor :)

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