sábado, 20 de marzo de 2010

Teoría y ensayo sobre el nuevo disco de Alizée



Alizée, la francesa más internacional, ya no es una niña. De hecho, tiene mi edad y yo ya soy mayor. Y Alizée ya no tiene nada que ver con Mylène Farmer y Laurent Boutonnat, quiénes le hicieron sus dos primeros discos. Lo que aún no sé es si todo esto es bueno o malo. Moi... Lolita, J'en ai marre y Lui ou toi VS Psychédelices, Mademoiselle Juliette y Les collines. Hace un par de días que su último disco se ha filtrado y el veredicto es:

01. Eden eden.

La primera canción del disco es preciosa de lo bonita que es. Es sensual, pero no en plan sensual de fornicio si no sensual de pasear por tu casa en camiseta blanca de dos tallas grandes con una taza de café molido en la mano y desde el gran ventanal los primeros rayos de sol calientan tu fina piel y alumbran la silueta de una espalda masculina durmiendo en la cama.

02. Grand central.

Con esta canción Alizée consigue algo que nadie hasta ahora ha podido hacer: que una canción con cascabelitos no suene navideña. A parte de los cascabeles también hay como un ding dong muy chuli. No tiene estribillo aparente y el puente es más largo que todo el resto de la canción, en el que primero lalalea y luego habla muy grave. Lo curioso es que de este batiburrilo sale algo muy decente.

03. Limelight.

Un introducción de un minuto con un triste violín para luego comenzar unos sonidos espaciales y letra en inglés. Pareciera que Alizée fuera una agonías y llegara un día al estudio de grabación y dijera quiero esto, esto y ponme también un poco de esto, como quien va a un bar y pide un bocadillo de anchoas con leche condensada. No pega. Pero oye, dependerá también de lo que a uno le apetezca en el momento. Lo que quiero decir es que de todo se puede sacar algo si está bien hecho y a mí esta canción me gusta. Y por cierto, el bocadillo de anchoas con leche condensada está tremendo.

04. La candida.

Al principio creía que estaba cantando en rumano. Yuaki Tuayá. Ya después de fijarme más en la letra caí en que estaba diciendo Yo aquí, tú allá y que estaba cantando en español. Es muy bonita, tiene campanitas. ¿Qué canción con campanitas no es bonita? Y el Me muero, me muero se incrusta como tanga al culo.

05. Les collines.

Primer single. La canción no está mal del todo pero el vídeo... ¡qué video! ¡¡qué maravilla!! ¡¡¡Qué mujer tan hermosota, papi!!!

El vídeo AQUI (esto... ¿cómo se pegan vídeos al blog?)

06. 14 Décembre.

Suena a Sébastien Tellier y eso no es malo si te gusta Sébastien Tellier, claro. Y aquí acaba lo bueno del disco. Ahora vienen tres mojones seguidos que manchan de caca todo el album y por estar las tres juntas te dejan un gustillo como a mierda cuando en realidad es un buen disco. Y un buen ejemplo gráfico, no digáis que no ;-)

07. A coeur fendre.

O cómo hacer que una canción de tres minutos parezca que dure doce años bisiestos. Next.

08. Factory girl.

NEXT.

09. Une fille difficile.

Podría ser bonita pero no. A mí me recuerda a los moros que se cuelan en el metro con un órgano, encienden la base musical automática y se ponen a cantar la Bamba y Habibi Te Quiero. Pues aquí lo mismo. Una base musical igual durante toda la canción y a veces hay algunos soniditos que yo sospecho que es de su hermano toqueteando aquí y allá o su madre dándole a las teclas sin querer al pasar el paño o a la yaya ir a sentarse en la butaca y no ver que había un teclado y sentarse encima y apretar todas las teclas a la vez sin darse cuenta.

10. Mes fantômes.

Ah, pero aquí viene esta canción para cerrar el disco bien. Eso sí, yo no sé qué le ha dado a esta mujer con La Guerra de las Galaxias porque los ruídos espaciales están en todas las canciones. Es bonita pero ella entona como de lejos, con un eco y yo con tanto sonido galáctico es que ya me la imagino cantando en un cohete con la perra Laika al lado, es todo muy así, bonito, sensual y galáctico.

¿Alizée o Cheryl Cole?

Total, que al final hace lo mismo que cuando andaba con Mylène, cancionazas y morralla, lo mezcla todo y a ver qué sale. Y En este caso además también le ha añadido meteoritos, satélites y 2001: Una odisea en el espacio.

viernes, 19 de marzo de 2010

Photochapero



Yo he estado a punto de morir muchas veces.

Como una vez en que, con diez años y cuatro amigos, hice una cabaña para que
fuera la sede secreta de nuestros vicios prohibidos: chucherías, cómics y
los 40 principales. Lo cierto es que la cabaña estaba bien hecha, tenía unas
paredes recias que hicimos con vallas de una obra, tenía dos plantas, tenía
una techo de hojas de palmera, hasta una chimenea hecha con cuatro tablas
gordas. Una vez a la chimenea de madera (...) le dio por arder sin avisar y al principio intentamos apagarla, pero cuando vimos que meando y escupiendo no conseguíamos mucho, huímos. La pena fue que no pusimos ni alarma anti-incendios, ni extintores ni salidas de emergencia, y cuando todos intentamos salir a la vez, se nos
cayó la cabaña encima y empezó a arder todo. Yo no he temido tanto por mi vida como ahí. Bueno sí, hubo otra vez...

... En que yo estaba en la piscina jugando con un vecinito. Yo tenía trece
años y un gran apetito sexual. Pues estábamos jugando a hacernos
ahogadillas. Él al menos jugaba a eso, yo a ver-qué
podía-tocarle-sin-que-pareciese-que-lo-hacía-queriendo. Total, que no sé qué
cable se le cruzó al hijoputa aquél, que me hundió, me cogió por la cabeza y
con sus piernas me apretaba las mías. Yo al principio vi el cielo abierto
porque tenía su bañador delante y podía bajárselo “para que me soltara”,
pero cuando noté que me faltaba el aire y que dentro de su bañador solo
había un pene y no una bombona de oxígeno me puse nervioso. Al final hice uso de un arma del que nunca me he sentido orgulloso: los pellizcos, pero conseguí salir. Y total, ¿para qué? Porque...

... poco tiempo después iba yo andando por la acera cuando veo que unos
pasos más adelante unas bicicletas me cortaban el paso. Así que puse un pié
en la carretera y en ese momento el autobús más silencioso del mundo apareció de detrás mía y me depiló toda la parte derecha de mi cuerpo. Sin respiración me quedé, como...

... cuando hace dos veranos fui a la feria con gripe. Me puse a bailar con
mi congestión nasal y cuando ya no podía más fui a pedirme algo de beber.
Cogí el vaso, bebí, y me atraganté. Y como tenía la nariz entaponada no
podía respirar por la nariz, como acababa de atragantarme, tampoco podía
hacerlo por la boca y como no sé respirar por el culo, me quedé sin aire. Al
principio me asusté, pero luego pusieron la Lambada y milagrosamente se abrieron mis vías respiratorias y continué viviendo. Estoy segurísimo de que la Lambada tiene efectos terapéuticos en las personas pero no puedo demostrarlo más que contando mi caso. Aun así no fue la única vez que me quedé sin respiración, hubo otra vez...

... hace poco. Estaba muerto de hambre así que fui a donar sangre, que a la
salida te daban pastelitos y batidos. Me tumbé en la camilla, vino la
doctora y ¡qué pedazo de aguja traía la fakir asesina
aquella! Yo cuando la vi le dije que me estaba mareando y que me contara
algo de su vida para distraerme, y la tía sádica me dijo que no la hiciera
reir, que se movía y me podría hacer mucho daño con la aguja. Blanco me
quedé, como...

... como CrèmeFraîche, una amiga que tenía en el instituto. Estábamos en el
laboratorio haciendo unas prácticas. Las sillas del laboratorio no son de
respaldo, son como las de las barras de los bares, altas y con el asiento
redondo. Pues llegamos al laboratorio, descargamos las mochilas y nos vamos
sentando. Mi amiga Moncherí agarra un taburete de esos para sentarse y suena
un ¡CLON! Duro y seco en toda la clase. Se gira y dice “Pero CrèmeFraîche, ¿qué
haces en el suelo?” jojojojojojó! Y CrèmeFraîche blanca, claro. Y yo estuve
apunto de morir de risa.

viernes, 12 de marzo de 2010

Me, Myself & I

17: 34 p.m.

Yo: ... termino la última frase, pongo la foto y... voilà! ya he subido otra nueva actualización genial.

Voz interior: Ejem.

Yo: ...

Voz interior: Ejem ejem.

Yo: ... ¿Tienes algo que decir?

Voz interior: No. Bueno, sí. Es que me pareció que habías pulsado este botón al actualizar.

Yo: Pues claro que lo he pulsado, es el que siempre pulso. Anda y tráeme un café, y en silencio por favor.

Voz interior: ¿Estás seguro de que es el que siempre pulsas?

Yo: ¡Pues claro! Llevo ya en esto de blogger unos meses, ¿por quién me tomas? He escrito el texto y le he dado a este bot... oh no ¡Oh no!

Voz interior: ...

Yo: MIERDA ¡¡Le he dado al botón de borrar!!

Voz interior: Es lo que me pareció.

Yo: ¡¡¡Calla de una jodida vez pepitogrillo de los cojones!!! ¡¡Voy a arreglar esto en un periquete y te vas a callar para siempre!!

...

...

...

17: 54 p.m.

Yo: Vale, no sé cómo hacer que vuelva el texto. ¿Puedes ayudarme?

Voz interior: No.

Yo: Y supongo que del café ni hablar, ¿no?

Voz interior: No.

Yo: Te odio.