miércoles, 23 de diciembre de 2009

Grandes canciones del pop I: I Paralyze

Reconozco que la etapa musical de Cher que más me gusta es la de finales de los ochenta, cuando cantaba enfundada en grotescos picardías mientras limpiaba los escenarios con su pelámen infinito:



Sin embargo, en los años anteriores a todo esto, Cher hizo algunas cosas igual de interesantes. Sacó varios discos y con cada uno se comía más mocos que con el anterior. Se vistió de puta vikinga para la portada de uno de ellos. Metió uno de sus sagrados piececitos en la música disco con la canción Take Me Home que muchos años después versionara Sophie Ellis Bextor. Y en el último disco de esta lista de fracasos incluyó la canción que hoy nos ocupa.


De vikinga de vida alegre en la portada del disco Take Me Home

I Paralyzed, incluída en el disco de mismo nombre, es distinta a todo lo que Cher había hecho antes, y a todo lo que hizo después. Tiene toques soft-rock, puntadas country, y pizquitas disco seventees. A mí me gusta porque suena a bar de carretera con las luces del letrero fundidas, a cáscaras de cacahuetes por el suelo y a mondadientes espurreados por las mesas, y a mucho, mucho tio borracho y mucha, mucha tia guarra contoneándose por los rincones. Una maravilla.

No hay videoclip oficial, pero sí una actuación en la que el público está poseído y le grita brutalmente: http://www.youtube.com/watch?v=njUzDUKT4Do

Como dato curioso, I Paralyze fue grabada primero por Olivia Newton-John pero al final la dejó fuera de su disco Physical y Cher fue quien la grabó, pero aunque la voz de Olivia fue borrada en casi todo el tema, en el estribillo aún se la escucha como segunda voz.

lunes, 14 de diciembre de 2009



And that's what you missed on GLEE!

martes, 8 de diciembre de 2009

El Pino



Las enseñanzas más importantes que aprendí en mi infancia no provinieron de mis padres, ni de mis profesores, ni de la religión. Me las mostraron dos niñas, y lo más extraordinario es que ellas nunca fueron conscientes de ello.

Se trataba de dos hermanas, vecinas mías desde que recuerdo haber tenido vecinos. La mayor, la creativa, la inventora, siempre ideando nuevos entretenimientos. La menor, la alegre, la jovial, llevando los juegos de su hermana más allá de la diversión.

No era extraño, pues, que me pasara las mañanas en el colegio deseando que llegara la tarde para jugar con ellas. Pero esto no era siempre posible porque además del colegio ellas también iban a clases de gimnasia deportiva.

Yo odiaba la gimnasia, y desde pequeño ya sabía por qué: cuando practicaban delante de mí no sólo veía a dos niñas haciendo piruetas, no. Yo veía círculos, líneas, trazos, colores, música, y a ellas uniéndolo todo y creando imágenes maravillosas.

Por eso odiaba la gimnasia, porque era lo único que nos ponía a niveles distintos: Ellas eran increíbles, y yo nunca me he atrevido a hacer ni el pino.

Como decía, mientras fuimos amigos me enseñaron una cosa muy importante: que si lo hubiera seguido intentando, si hubiera puesto todo mi empeño y mis ganas, como hacían ellas, estoy seguro de que habría podido hacer el pino alguna vez.

La segunda lección que aprendí de ellas fue cuando dejamos de ser vecinos. En el momento en el que me di cuenta de que nunca más volvería a desear que terminara el colegio para jugar con ellas comprendí que la vida daba tantas vueltas como ellas en el aire.

Lo que hice los dias posteriores fue practicar en el jardín las piruetas que les había visto hacer. Intentaba el pino una y otra vez, sin descanso, era una obsesión. Quería hacerlo bien porque pensaba que si lo lograba, estaría al fin siempre a su nivel y volverían.

Y lo logré. Conseguí un pino perfecto, con las piernas juntas y los pies alzados, sin titubear. Pero nunca volvieron. Y esa fue la tercera y última lección.

jueves, 3 de diciembre de 2009



Annie no es NADIE. Y esto es lo peor que podía pasarle a la música porque Annie tiene las canciones más supermolonguis, las vestimentas más fantabulosas y las letras más megaefrayantes del mundo.

Su último disco, más que un conjunto de canciones parece un código de vida que haya que respetar, obedecer y venerar. Algo así como el Corán del pop. He aquí sus mandamientos:

- Bad Times: El resultado de la fórmula "letra triste + melodía alegre" siempre es "gran canción" y aquí se cumple matemáticamente. Invita a correr bajo la lluvia llorando pero, a menos que seas Isabel Coixet y te gusten esas mamarrachadas, puedes disfrutarla igualmente sentado en el metro.

- Don't Stop: El estribillo es hipnotizante, cuando dice "Let's go, you have no control" y suena ese boom de fondo el mundo se para. He descubierto que uno de los mayores placeres terrenales es poner voz de ardilla e imitar las segundas voces. Bombazo.

- Heaven & Hell: Contiene la frase más maravillosa del pop: "Tell me, tell me what did I do wrong. Oh baby, I'm perfect..." Y con eso basta y sobra.

- Hey Annie: Es lo que debería haber sido Heartbeat Rock y nunca fue. Al principio parece un himno cantado por un grupo de cheerleaders de algún instituto pero después se transforma en otra canción, las cheerleaders se desnudan y retozan lascivamente por el suelo a los pies de Annie. Rectifico: Hey Annie es lo que debería haber sido cualquier canción de Kylie.

- I Don't Like Your Band: Modernosa, chulesca y gamberrulera. Además tiene un anti-sampler de "I Feel Love" (Sí, un anti-sampler, no hay más que escucharla para saber lo que es).

- Loco: ¿Que por qué Annie no tiene éxito en las listas? Yo también me lo pregunto...

- Marie Cherie: Va sobre una chica que, tras ser violada por su padre, se suicida y nadie se da cuenta de que ha muerto. Y lo guay es que Annie la canta como si estuviera pulsando teclados en su ataúd, con voces etéreas y ululaciones de ultratumba.

- My Love Is Better: Suena a Girls Aloud, y a la misma vez, ya les gustaría a las Girls Aloud tener una canción como ésta, con una letra para imprimirla y pegarla en todos los espejos, eso sí, dejando un huequecito libre para guiñarte el ojo a ti mismo mientras te contoneas a su ritmo.

- Songs Reminds Me Of You: La puta perfección hecha canción. Lo tiene todo y deja a cualquier otra canción en bragas cagadas. Da igual la canción que sea, ninguna puede superar a ésta. Bueno sí, hay una, se llama "Heartbeat" y también es de Annie pero está en su anterior disco así que no es momento de alabarla ahora.

- Take You Home: Es electrónica, es trip-hop, es R&B, es pop, es 80s, es 2009, es digital, es sucia, es espacial, es todo eso y más.

- When The Night: El disco acaba con una balada, y es tan bonita que si estuviera lloviendo ahora mismo me pondría unos vaqueros y saldría a descargar toda mi rabia interna llorando mientras corro y huelo la humedad del cesped.

martes, 1 de diciembre de 2009




Trabajar en el segundo McDonalds más importante de Paris se rige por las siguientes características:

- En caja, todos los trabajadores son hermosos. En cocina, las mujeres son gordas y los hombres son negros o feos. Y a mí me han destinado a la cocina y no soy mujer ni negro, creo que con eso ya está todo dicho :(

- Cuando te pasas cuatro horas haciendo hamburguesas lo que menos te apetece es comerte una. McDonalds para torturarte regala un menú a sus trabajadores tras cada turno y ahí es cuando yo lo paso peor. ¿Comer o no comer? ¿Qué hacer? La debacle de sentimientos es importante... pero el poder de lo gratis es mayor y siempre sucumbo. Por cada hamburguesa mi sangre parece más Ketchup.

- Si el pan tiene harina por fuera, se tira. Si la hamburguesa se parte, se tira. La lechuga sobrante, se tira. Con toda la comida que se deshecha se podría alimentar a tres paises africanos. Claro que los pobres negritos ya tienen bastante con lo suyo como para alimentarles con McMenús ¡Sólo les faltaría sangrar ketchup también!

- Se supone que el McDonalds donde trabajo es el más cercano a la Torre Eiffel, pero debe de estar justo debajo de ella porque yo no la veo por ninguna parte. Eso sí, a la hora de la comida cientos de personas pletóricas por haberla disfrutado entran al restaurante y yo limpio mis lágrimas con hojitas de lechuga Batavia.

- Aun no he pillado a nadie escupiendo las hamburguesas ni he encontrado la máquina que transforma carne de rata en Big Mac. Seguiré investigando...